Cuanto más esfuerzo hacemos por aprender una destreza física o un nuevo conocimiento, más fuerte se hacen las sinapsis involucradas en dicho aprendizaje.
Pese a que las pruebas de esta afirmación, surgen de estudios realizados sobre ratas, la conclusión es auspiciosa y alienta a seguir ejercitando nuestro cerebro a lo largo de toda la vida, a fin de mantener la mente activa.
En el instituto para el aprendizaje y la memoria de Picowwet, del MIT (Instituto de Tecnología de Massachussets), se llevaron a cabo experiencias, dirigidas por el profesor en neurociencias Mark F Bear, a través de los cuales se pudo arribar a estas conclusiones. Se siguió una idea desarrollada aproximadamente 30 años atrás por el doctor Donald Hebb, quien decía que durante el aprendizaje las conexiones entre las neuronas implicadas en el mismo se hacían más fuertes.
Pero si bien la sospecha de que esto era lo que en verdad ocurría, hasta ahora no se había podido demostrar cabalmente.
El experimento de MIT, fue realizado con ratas pero vale decir que sus resultados pueden ser proyectados a los seres humanos, pues este fenómeno, conocido como potenciación a largo plazo, constituye un mecanismo biológico que es compartido por toda la escala biológica.
Los científicos colocaron a varias ratas en una especie de caja que poseía dos habitáculos, de los cuales uno estaba iluminado y otro en total oscuridad.
Cuando los animales se encontraban en el espacio oscuro recibían una descarga eléctrica dolorosa en sus patas. Así aprendieron que era mejor permanecer en el lugar iluminado. Para ver lo que sucedía en las sinapsis, los investigadores utilizaron sensores bioquímicos que comprobaron que éstas se fortalecían a medida que los animales progresaban en el aprendizaje.
La hipótesis que ahora fue comprobada experimentalmente, indica entonces que ante las repeticiones de un estímulo, tal cual se da durante un proceso de aprendizaje, las neuronas modifican su arquitectura, con el fin de fortalecer sus sinapsis y retener los aprendido.
Esta capacidad que tiene el cerebro, de modificar su estructura y función en respuesta a los estímulos medio ambientales que lo impactan, dan una base racional para sugerir que mantener la mente activa es algo muy beneficioso para la memoria y la salud cerebral en general.
Y éste sería un recurso muy importante a utilizar, para retrasar la aparición de alteraciones en las funciones intelectuales, en personas que no se encuentren afectadas por alguna patología.
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